martes, 29 de junio de 2010

La muerte del General Juan Domingo Peron.

El General Juan Domingo Perón fue electo Presidente de la República Argentina en 1946, 1951 y 1973, llegando en todos los casos por medio de elecciones democráticas.
La vida política de Perón tiene por ello dos excepcionalidades en América Latina: llegar tres veces a la Presidencia de la Nación y, aún siendo militar, las tres veces mediante el voto popular.
Fue fundador y jefe político del Movimiento Nacional Justicialista que aún hoy, a más de un cuarto de siglo de su muerte, continúa siendo la fuerza política mayoritaria de la República Argentina: el Partido Justicialista.
Perón dejó escritas múltiples obras ("La Comunidad Organizada", "Conducción Política", "Modelo Argentino para un Proyecto Nacional", entre otras) donde expresa su filosofía y doctrina política y que continúan siendo textos de consulta en el plano académico y aplicado de la vida política argentina y continental.

Infancia y primera juventud
Perón nació en Lobos (Provincia de Buenos Aires) el 8 de octubre de 1895 siendo hijo de Mario Tomás Perón -pequeño productor agrícola-ganadero- y de Juana Sosa, y nieto de uno de los médicos más célebres de su tiempo, el profesor Tomás L. Perón. Su familia es de origen sardo por vía paterna y castellana por vía materna.
Su infancia y primera juventud las vivió en las pampas bonaerenses y en las llanuras patagónicas del sur de la Argentina, adonde se trasladaron sus padres en el año 1899 en busca de trabajo. Estos escenarios de grandes espacios abiertos y de vida rural incidieron en su formación cultural que algunos biógrafos han denominado "criollismo".
Perón deseaba ser médico como su abuelo pero finalmente, en 1911, ingresó al Colegio Militar de la Nación, situado en los alrededores de la ciudad de Buenos Aires, egresando con el grado de subteniente del arma de Infantería en 1913.
Vida Militar
Como oficial joven ocupó diversos destinos militares dentro del país mientras fue ascendiendo en su carrera. Teniendo el grado de Capitán redactó trabajos sobre "Moral Militar", "Higiene Militar", "Campañas del Alto Perú", "El Frente Oriental de la Guerra mundial de 1914. Estudios estratégicos", que fueron adoptados como textos de estudio en las academias del Ejército.
En 1929 contrajo matrimonio con Aurelia Tizón en la Iglesia castrense Nuestra Señora de Luján, pero su esposa murió muy joven, en setiembre de 1938, sin haber tenido hijos.
En 1930 ya era miembro del Estado Mayor del Ejército y Profesor Titular de "Historia Militar" en la Escuela Superior de Guerra.
Continuó publicando textos militares y también redactó un estudio sobre el idioma de los indios araucanos originarios de la región patagónica bajo el título "Toponimia Patagónica de Etimología Araucana" (1935).
En 1936, con grado de Mayor del Ejército, fue nombrado Agregado Militar en la Embajada Argentina en la República de Chile y en ese año ascendió al grado de Teniente Coronel.
En 1937 publicó el estudio "La idea estratégica y la idea operativa de San Martín en la Campaña de los Andes".
En 1939 integró la Misión de estudios en el extranjero que el Ejército Argentino envió a Europa, con residencia en Italia. Se especializó en Infantería de Montaña (alpinismo y esquismo) regresando a principios de 1940 luego de recorrer España, Alemania, Hungría, Francia, Yugoslavia y Albania. Fue destinado al Centro de Instrucción de Montaña (Mendoza) y en 1941 ascendió al grado de Coronel.
A partir del año 1943 su vida militar comenzó a converger hacia la vida política que lo iba a absorber totalmente hasta su muerte.

Vida Política
El 4 de junio de 1943, Perón participó en la Revolución militar que terminó un proceso de fraude y corrupción política iniciado con el golpe militar de 1930 que había desplazado del poder al Presidente constitucional Hipólito Yrigoyen perteneciente al partido Unión Cívica Radical.
Tenía el grado de Coronel y formaba parte de un grupo de oficiales nucleados en una especie de logia llamada G.O.U. (Grupo Oficiales Unidos) que sostenía un pensamiento nacionalista y de recuperación ética.
En el gobierno militar comenzó ocupando cargos menores. En octubre de 1943, solicitó desempeñarse en el Departamento Nacional del Trabajo que era un modesto organismo dedicado a los asuntos laborales y sindicales. El joven coronel inició desde este lugar su contacto con la clase trabajadora argentina adentrándose en sus problemas y necesidades. Convirtió al modesto organismo en Secretaría de Trabajo y Previsión, amplió sus facultades y asumió su nueva titularidad el 10 de diciembre de 1943.
Desde allí impulsó la organización de los trabajadores en sindicatos transmitiendo al movimiento obrero una visión reivindicadora y nacional del trabajo y promovió una legislación protectora inspirada en los principios de justicia social difundidos, entre otras fuentes, por las Encíclicas papales.
A principios de 1944 conoció a María Eva Duarte que sería su esposa y a quién la historia ha inmortalizado con el nombre de Evita.
Por su desempeño en la Secretaría de Trabajo y Previsión comenzó a crecer la popularidad de Perón en la clase trabajadora lo cual despertó desconfianza en muchos de los mandos del Ejército que mantenían una concepción conservadora y elitista de la sociedad argentina. A tal punto llegó esta situación que, pese a estar desempeñando en 1945 los cargos de Vicepresidente y Ministro de guerra del Gobierno Militar, el Coronel Perón fue obligado a renunciar a todas sus funciones el 10 de octubre de ese año y el día 13 fue llevado detenido a la Isla Martín García (situada en el Río de La Plata, frente a la ciudad de Buenos Aires).
Conocida por los trabajadores la noticia de la detención de Perón se declaró una huelga general espontánea en todo el país y contingentes obreros comenzaron a marchar hacia la Casa de Gobierno, en la ciudad de Buenos Aires, cubriendo la Plaza de Mayo con una multitud que reclamaba su libertad.
Fue el 17 de octubre de 1945. Al anochecer de ese día y ante la presión popular, Perón fue puesto en libertad y convocado por los propios gobernantes militares a hablar a la multitud para calmarla.
Perón así lo hizo, pidió su retiro del Ejército y convertido en ex-militar se lanzó a la vida política. Perón tenía 50 años de edad. En este mismo mes de octubre contrajo matrimonio con Eva Perón.
El gobierno militar debilitado por los acontecimientos convocó a elecciones presidenciales para el 24 de febrero de 1946. Perón, con apenas cuatro meses de tiempo, presentó su candidatura con la fórmula Perón-Quijano y organizó sus bases políticas de apoyo que fueron los trabajadores, sectores independientes y desprendimientos progresistas de los partidos tradicionales como la Unión Cívica Radical, Partido Conservador y Partido Socialista. Su adversario fue un frente político denominado "Unión Democrática" conformado por los sectores más conservadores de la sociedad en alianza con la izquierda internacionalista como el Partido Comunista y apoyado abiertamente por el embajador de los Estados Unidos de Norteamérica, señor Spruille Braden. La disyuntiva fue "Braden o Perón".
Perón triunfó en las elecciones con el 52 por ciento de los votos y asumió la Presidencia de la Nación el 4 de junio de 1946. Ya en el Gobierno fundó el Movimiento Peronista. Comenzó una gestión de fuerte preocupación nacional y social.
En 1949 se reformó la Constitución Nacional mediante elección democrática de constituyentes y se incorporaron al máximo texto jurídico los nuevos derechos sociales como también el voto femenino, que había sido aprobado en 1947, y que reivindicaba a la mujer hasta entonces marginada de la vida política argentina.
En 1951 la formula Perón-Quijano fue reelecta por un nuevo período de seis años con el 62 por ciento de los votos.
En 1952 murió Eva Perón, "Evita", afectada por un cáncer, creando en torno de Perón un gran vacío afectivo.
En 1953 Perón planteó en diversas exposiciones públicas su pensamiento sobre la política exterior basada en los conceptos de "continentalismo" y "universalismo" con proyección al siglo XXI. Tomó las primeras decisiones concretas encaminadas a impulsar la integración latinoamericana y propuso a Chile y Brasil echar las bases de una unión subregional que se denominaría ABC. Este proyecto es antecedente del actual MERCOSUR instalado 30 años después.
El 16 de setiembre de 1955 el Gobierno constitucional de Perón fue derrocado por un golpe militar apoyado por los sectores más reaccionarios de la sociedad. Comenzó un largo período de proscripción política del Movimiento Justicialista, persecución a sus integrantes mediante fusilamientos, cárcel y destierro y Perón debió exiliarse. Este cruento período se extendió por 18 años durante los cuales las Fuerzas Armadas asumieron el control político del país.
Perón se exiló en países latinoamericanos, conoció a una joven argentina, María Estela Martínez (Isabel), que se convertiría en su tercera esposa, y a partir de 1960 se trasladó a España donde vivió en Madrid hasta que pudo regresar a su patria por primera vez el 17 de noviembre de 1972 y, definitivamente, el 20 de junio de 1973.
El gobierno militar presidido por el General Lanusse convocó a elecciones presidenciales para el 11 de marzo de 1973 pero proscribió a Perón. El Movimiento Justicialista ganó dichas elecciones con el 49,59 por ciento de los votos con la fórmula Cámpora-Solano Lima designada por Perón. Una vez en el gobierno el presidente Cámpora renunció al cargo y se convocó a nuevas elecciones presidenciales sin proscripciones para el 21 de setiembre de 1973. El Movimiento Justicialista propuso la formula Perón-Perón (Juan Domingo Perón y su esposa Isabel Martínez de Perón) obteniendo el triunfo con más del 60 por ciento de los votos.
Perón ya tenía 78 años y estaba enfermo. Murió el 1º de julio de 1974 mientras estaba en ejercicio constitucional y democrático de la Presidencia de la Nación por tercera vez.




Maria Estela Martinez de Peron.



Nació en la provincia de La Rioja, República Argentina, el 4 de febrero de 1931. Era hija de María Josefa Cartas y de un funcionario del Banco Hipotecario, Carmelo Martínez. Sus estudios estuvieron fundamentalmente vinculados a lo artístico, siendo alumna del Conservatorio del Teatro Cervantes.
Conoció al general Juan Domingo Perón, durante una gira teatral, en Panamá, el 23 de diciembre del año 1955. Su nombre artístico era “Isabelita”. Iniciaron una convivencia que culminaría en matrimonio, celebrado en España, lugar que eligieron para residir, el 5 de enero de 1961.
En 1964, intentó, junto a su marido volver a Argentina, pero solo pudieron llegar hasta Río de Janeiro. Un año después, y en 1971, Perón la nombró delegada para unificar al peronismo que se hallaba dividido, entre el ortodoxo, y la línea inaugurada por Vandor, llamada neoperonismo.
Juan Domingo Perón, y su esposa, retornaron a su país natal, el 20 de junio de 1973, durante el mandato de Héctor José Cámpora, quien había sido nombrado en 1971, delegado personal de Perón, y asumió la presidencia el 25 de mayo de 1973, allanándole el camino para su retorno, que se produjo el 20 de junio. Para permitir el acceso de su líder al poder, el 13 de julio de ese mismo año, presentó su renuncia y su sucesor, Raúl Lastiri, Presidente de la Cámara de Diputados, convocó a elecciones, para el 23 de septiembre. Se impuso por el 62 % de los sufragios, la fórmula presidencial constituida por Juan Domingo Perón en la Presidencia y su esposa María Estela Martínez, en la Vicepresidencia.
El gobierno quedó en manos de la vicepresidente, luego del deceso del general, que se produjo el 1 de julio de 1974, aunque ya lo poseía interinamente, desde hacía dos días, a causa de la gravedad del estado de su esposo.
Sin experiencia en el desempeño político, debió afrontar un período muy dificultoso de caos interno, provocado por el surgimiento de la lucha subversiva.
Su hombre de confianza, y quien definitivamente manejó los hilos del poder, fue José López Rega (El Brujo), que impuso una política represiva contra el comunismo, ideología de la guerrilla, creando la Triple A (Alianza Anticomunista Argentina). Muchos destacados intelectuales, y artistas fueron perseguidos, secuestrados, torturados, y otros, optaron por el exilio.
Se intervino las universidades, consideradas semilleros de guerrilleros, las provincias opositoras, los sindicatos los canales televisivos privados, y el periodismo fue censurado.
Europa dejó de comprar carnes argentinas, lo que retrajo la economía, mientras lo que crecía era la inflación, la miseria popular, la deuda con el exterior y la bronca.
El Ministro de Economía Alfredo Gómez Morales, intentó remediar la crisis, pero solo la agudizó. Luego de su renuncia, el nuevo ministro Celestino Rodrigo, intentó un plan drástico conocido como “El Rodrigazo”, en “homenaje” a su impulsor. Los precios se dispararon, y el descontento obrero provocó el primer paro general a un gobierno peronista. López Rega se vio forzado a abandonar la Argentina.
El accionar subversivo se tornaba incontrolable, tanto por parte de la organización peronista Montoneros como del lado del ERP (Ejército Revolucionario del Pueblo) de ideología de izquierda. Jorge Rafael Videla fue puesto al mando de las fuerzas militares, mientras se fortalecía la censura y la represión.
El monte tucumano era un sitio ideal para el asentamiento de los revolucionarios, y la presidente consideró que su exterminio era indispensable. Para ello por decreto 261/ 75 se puso en funcionamiento el “Operativo Independencia” por el cual se permitía a las Fuerzas Armadas realizar las acciones militares necesarias para acabar con la guerrilla.
La Sra. de Perón pidió licencia por razones de salud, y el mando supremo del estado pasó a ser desempeñado por Ítalo Luder (Presidente provisional del Senado) durante poco más de un mes (13 de septiembre de 1975 hasta el 16 de octubre siguiente) que por los decretos 2270/75 y luego el 2272/75 extendió a todo el territorio nacional, el operativo antisubversivo.
La Fuerza Aérea intentó forzar la renuncia presidencial, pero ante la negativa, ya que lo único que ofreció fue el adelantamiento del acto eleccionario para el término del año 1976, se produjo el golpe militar, del 24 de marzo de 1976, organizado por las tres fuerzas armadas en conjunto, dando nacimiento a la dictadura militar más tristemente recordada de la historia nacional.
María Estela Martínez fue puesta presa, sin juicio previo, ante un pueblo decepcionado, juntándose unas cinco decenas de personas para acompañar su penosa partida, acusada de malversar fondos públicos, cumpliendo su condena en Neuquén, en una residencia denominada Messidor, un castillo pequeño, situado cerca del Lago Nahuel Huapi, desde el mismo día del golpe, donde quedó a disposición de las fuerzas militares, y fuertemente custodiada por el lapso de 7 meses.
Su segundo destino fue en Azul, ciudad bonaerense, en cuya Base Naval llamada Juan Bautista Azopardo, permaneció un poco mejor atendida, gracias al buen trato del almirante Emilio Massera. En octubre de 1978 nuevamente fue mudado su cautiverio, esta vez a la quinta De San Vicente, propiedad de Perón, donde permaneció hasta el 12 de julio de 1981, fecha en que fue liberada, por orden de Roberto Viola, que había sustituido a Rafael Videla en el mando de la Junta Militar, y decidió exiliarse a Madrid, fijando su residencia en Puerta de Hierro, y sin tener más contacto con la política.
A causa de los decretos firmados durante su gobierno, fue solicitado su arresto internacional, el 11 de enero del año 2007, vía INTERPOL por el Juez Federal mendocino Héctor Acosta, en una causa referida a la desaparición de un joven estudiante, en febrero de 1976. Al día siguiente fue cumplida la orden de captura. El 13 de enero quedó en libertad provisional, y siguió gozándola a pesar de la llegada de otro expediente a cargo de Norberto Oyarbide, Juez Federal, que trata de determinar su responsabilidad en la actuación de la Triple A.
Opuso resistencia a su extradición, y por lo tanto, se inició un juicio ordinario para lograr su vuelta al país.
El presidente español, Zapatero, declaró que no pondrá ningún impedimento al desarrollo de la causa.
En marzo de 2008, debió la ex presidente presentarse en Madrid, ante otra causa iniciado por un antiguo colaborador de su esposo, Mario Rotundo por la Fundación “Funpaz”, que le reclama un legado que Perón habría dejado a la fundación, y que nunca fue entregado por Isabelita. Sus abogados alegaron que no se presentó por sufrir un trastorno de personalidad bipolar. Se estima que esta enfermedad también será usada por la defensa en los juicios de extradición.
Estas cusas contra la viuda de Perón motivaron una reacción opositora del peronismo, que las considera una persecución contra el propio Perón (El gremio “La Fraternidad, el ex Presidente Carlos Menem, y el intendente Hugo Curto, entre otros) acusando al presidente Kirchner, en ejercicio del mando durante los pedidos de extradición, de ex Montonero, con sed de revancha, lo que fue negado por éste. Organismos de Derechos Humanos apoyan la investigación.

domingo, 27 de junio de 2010

CULTURA POLITICA Y DEMOCRACIA EN TIEMPO PRESENTE

En estos años de vida en democracia, no han sido pocos los obstáculos y dificultades que se han superado desde aquel 1983, cuando para sorpresa de muchos, gano las elecciones el radicalismo de Raúl Alfonsin y el peronismo resulto derrotado por primera vez en las urnas.

Con semejante envión inicial, el nuevo presidente quizás entrevió la posibilidad de una declinacion definitiva del Partido Justicialista. Pero, en 1987, un peronismo renovado vencía electoralmente a su centenario partido, en los principales distritos del país, demostrando que seguía firme y en carrera. La consigna "con la democracia, se come, se educa y se cura" pronunciada como reafirmacion de la centralidad de los partidos políticos en un sistema democrático y como cuestionamiento al carácter movimientista del peronismo, finalmente no se vio respaldada por la realidad. En 1989, la hiperinflacion, los saqueos y la violencia social precipitaron el traspaso del mando al presidente electo, el justicialista Carlos Menem.

Los militares habían dejado el país desvastado, y al Estado herido de muerte. En un giro copernicano respecto de las doctrinas históricas del peronismo, Menem termino por rematar y privatizar lo que quedaba de un Estado del que alguna vez nos sentimos orgullosos, dando comienzo a un dilatado periodo de medidas económicas de neto corte neo liberal, cuyas nefastas consecuencias llegan hasta nuestros días.

Sin embargo, en 1993, como resultado del "éxito" de la política antiinflacionaria, basada en la convertibilidad y el 1 a 1, el justicialismo se dio el lujo de obtener la aprobacion del habitante porteño y ganar las elecciones.

El Pacto de Olivos abrió el camino hacia la reelección de Menem y también fue la garantía de sobrevida que Alfonsin logro para la UCR. Y una nueva oportunidad llego en 1999. Sin Carlos "Chacho" Alvarez como contrincante, Fernando de la Rua se aseguraba el primer lugar en la formula de la Alianza. Las expectativas generadas por su triunfo se desvanecieron rápidamente y su mandato tuvo el trágico final de diciembre de 2001.

Dando una vuelta de pagina, la etapa de sostenido crecimiento económico iniciada durante la presidencia de Nestor Kirchner ha permitido achicar la gigantesca brecha abierta en nuestro tejido social, y aun falta realizar un enorme esfuerzo para liberar a todos los argentinos del infierno de la marginacion y la pobreza. Por eso, ver reclamar al campo como si estuviera atravesando la bancarrota de 2001, y que vastos sectores urbanos se apresuraran a salir a las calles a manifestarle su apoyo, cuestionando incluso la investidura de la Presidente, genera interrogantes sobre el comportamiento político actual de nuestras clases medias. Ha llegado el momento de pensarnos de otra manera. De evitar las trampas que nos tienden desde un pasado al que no podemos volver. De comprender que como pueblo y como nación, tenemos antescedentes que se remontan a mas de 1400 años en suelo americano y que somos tan descendientes de sus habitantes originarios como de los que llegaron en los barcos.

Avanzar hacia el acuerdo del Bicentenario, concebido como una convocatoria amplia y plural para definir un proyecto de nación para todos y entre todos los argentinos resulta, hoy, un desafío impostergable.

Las fiestas del Centenario

Las fiestas del Centenario fueron un derroche de fastos nunca antes vistos por estos pagos y una de sus principales protagonistas fue la infanta Isabel, que lucio un vestido inolvidable.

Buenos Aires lucia esplendida con la Avenida de Mayo, una plaza de igual nombre embellecida con fuentes, palmeras y luz eléctrica, además del Teatro Colon.
Una de las comitivas mas importantes fue la española, encabezada por la infanta Isabel de Borbon, tía del rey Alfonso XIII, quien lucio a su llegada un traje de terciopelo negro, sombrero rematado con plumas de avestruz blancas, guantes de igual color y estola de piel con un pendantif de brillantes sobre el pecho.
Llego a Buenos Aires con regalos que hoy conforman el patrimonio de los argentinos, como un retrato de cuerpo entero, firmado por Gonzalo Bilbao, que muestra a la infanta luciendo un vestido de gran porte, en raso de seda con finos encajes, talle desplazado de la cintura y falda opulenta rematada en extensa cola.
Para el gran baile celebrado el 27 de mayo en el Colon, donde se ofreció además una cena de gala, la infanta vistió un modelo confeccionado en seda gris Liberty, recamado en oro. Lo complementaba con diadema de brillantes y collar de cinco vueltas de gruesas perlas.
Según las crónicas aparecidas en el diario del día siguiente, el Colon lucia maravilloso, con parte de la platea transformada en jardín de invierno por 200 plantas iluminadas. El toilette de damas fue atendido por doce empleados de una importante casa de modas y sobre los tocadores había infinidad de perfumes para su uso.
Isabel y su comitiva pudieron apreciar lo que Manuel Galvez dice en Amigos y Maestros de mi juventud: "Por la calle Florida, todas las tardes, pasaban y repasaban en sus lujosos carruajes las lindas porteñas reclinadas con el aire displicente que era de rigor, sin hablar ninguna con su compañera, ni reír, ni mirar a la fila de hombres que las contemplábamos, sino con el rabo del ojo, disimulo exigido por la dignidad, el señorío y pudibundez de las costumbres".
El 19 de mayo Buenos Aires asistió al paso del cometa Halley y, en la terraza del hotel Majestic, en Avenida de Mayo y Santiago del Estero, que alcanzaba la desmesurada altura de siete pisos, damas y caballeros vestidos con sus mejores galas disfrutaron del fenómeno.
CARAS Y CARETAS. MAYO 2010.

viernes, 25 de junio de 2010

Un pacto que duro poco

Peron y Frondizi sellaron un pacto que permitio la llegada del desarrollismo al poder. La maniobra mostró la legitimidad que gozaba el peronismo proscripto, pero el líder de la Ucri
no tardo en incumplir su parte.

La Revolución Libertadora, luego de haber fusilado a Juan José Valle y otras 27 personas y de haber proscripto al Movimiento Justicialista, luego de haber restituido sin ninguna legitimidad política la Constitución de 1853 e intervenido los sindicatos, decidió llamar a elecciones para legalizar esa Argentina sin Peron. El radicalismo ya estaba dividido en dos: la Unión Civica Radical del Pueblo, dirigida por Ricardo Balbin y la UCR Intransigente, liderada por Frondizi. Y desde Caracas, la figura de Peron languidecia lentamente como un ajedrecista fantasma que solo podía mover algunas piezas leales, como Coocke. Era agosto de 1957 y Frondizi decidió ir en busca de la legitimidad necesaria para volcar las elecciones en su favor. En Chile, el corpulento delegado de Peron recibió a Rogelio Frigerio, Ricardo Rojo y Emilio Perina.
El Bebe, jefe del Comando Adelantado, le transmitio a Peron rapidamente la propuesta de pacto ofrecida por Frigerio y, desde el exilio, Peron contesto: "Es indudable que si las circunstancias fueran otras y se pudiera tener un minimo de confianza en Frondizi, cosa que descarto, el ofrecimiento transmitido por los emisarios que le han visitado no seria descabellado".
El peronismo se debate entre el voto en balnco y el apoyo a Frondizi. Este sabia que solo podía ganar con el apoyo de Peron, y el general sabia qie esa era su oportunidad para volver al juego político y convertirse en un arbitro molesto. Es decir, en los calculos de Peron estaba presente la siguiente formula: si la Ucri ganaba con los votos peronistas, todo aquel que quisiera alcanzar el poder en la Argentina necesitaria de ese apoyo. Desde el exilio, el ex presidente se volvió imprescindible. El no podía gobernar, pero los demás no podían gobernar sin el.
El peronismo estaba en ebullición. Intelectuales como Jaureche y Scalabrini Ortiz apoyaron inicialmente el pacto, mientras que otros como Cocke, se mostraban recelosos del pacto.
Frigerio se entrevisto tres veces con Peron y llegaron a un acuerdo. El acuerdo se firmo en febrero de 1958, a pocos días de las elecciones presidenciales.
A principios de 1958, Fondizi luego de medidas populares, comenzo a traicionar la letra del pacto. Lo cierto es que a horas de asumir ya se hablaba de un nuevo pacto del presidente con los sectores que respondían al alto empresariado industrial y la Sociedad Rural.
las políticas de ajuste por inflación se deglutieron los aumentos salariales iniciales y el desarrollismo demostró su faceta oculta: beneficiar al capital extranjero y a las empresas de capital nacional concentrado en detrimento del empresariado nacional formado por la pequeña y mediana empresa. Sin embargo, el pacto fue cumplido parcialmente: la Ley de Asociaciones Profesionales le devolvió los gremios al peronismo y, sobre todo en el primer año de gobierno, se produjo una tímida apertura hacia las huestes del líder en el exilio.
Pero en junio, las relaciones estaban a punto de quebrarse. Para evitarlo, Frondizi le pidió a Cocke que entrara clandestinamente al país para tener un dialogo cara a cara sobre la situación política. Se reunieron en una casa de la zona norte y el presidente le prometió que no iba a firmar los contratos petroleros tan polémicos. Pero cuando volvió a Montevideo, Cocke se encontró una carta de Peron que decía "Presiento que esto no va bien. no me inquieta tanto el incumplimiento manifiesto que estamos presenciando, como la sensacion que recibí de que estamos siendo maniobrados... Por lo que veo Frondizi hace lo menos que puede y lo hace siempre condicionado a lo que dicen los gorilas y los politicos que lo rodean".
El 24 de julio, Frondizi hizo el anuncio de los contratos petroleros con el supuesto visto bueno de Peron y abrio lo que se llamo la "batalla del petroleo". Cocke salio a desmentir por las radios que su lider en el exilio hubiera avalado la maniobra y denuncio la traicion definitiva al acuerdo por parte del frondizismo. Scalabrini Ortiz se alejo de la revista Que y quito su apoyo al gobierno. El pacto quedaba definitivamente muerto.

domingo, 20 de junio de 2010

El Bicentenario y el fútbol reavivan el fervor por la Bandera

Colgada en los balcones, estampada en remeras y pintada en la cara: la bandera argentina está hoy en todas partes. Resabio de los festejos del Bicentenario y en plena euforia mundialista, el principal símbolo patrio se ve en todos lados. Pero ¿hay una revalorización del ícono albiceleste?

Con motivo del Día de la Bandera, que se celebra hoy, LA NACION consultó a historiadores, educadores, sociólogos, antropólogos y politólogos, que opinaron sobre el significado de la insignia argentina.

"Creo que hay ganas de recuperar el sentido de nación, de patria, de identidad nacional. Entonces, los eventos que pueden revalorizar la identidad aparecen destacados y resultan convocantes", explicó la directora de la maestría en Educación de la Universidad de San Andrés, Silvina Gvirtz.

Para ella, este estallido celeste y blanco muestra claramente esa necesidad. "El 25 de Mayo resultó una excusa para recuperar ese nosotros y el Mundial también sirve para recuperar la identidad nacional. Se ve la necesidad de una presencia de lo nacional", que encuentra en la Bandera el ícono, destacó Gvirtz.

La socióloga Ana Wortman, investigadora del Instituto Gino Germani de la UBA en el área de Estudios Culturales, coincidió en la percepción de esa necesidad de encontrar algo en común: "Me parece que se había perdido hace tiempo y ahora se dio, casualmente, todo junto".

"Nadie esperaba tanta gente en la calle y da cuenta de algo que tenemos que observar con cariño. Hay ganas de recuperar el nosotros, el salir de la fragmentación y el disenso y encontrar algún símbolo convocante. Es un mensaje muy positivo. Juntémonos, salgamos de la diferencia, del localismo", se ilusionó Gvirtz.

"Desde hace tiempo veo una creciente valorización de la cuestión nacional en su conjunto y del papel del Estado -reconoció el politólogo director de Poliarquía Consultores, Sergio Berensztein-. Hay un viraje de la sociedad argentina hacia el consenso, en el que el Estado tiene un rol más fuerte que en los 90, cuando había una tendencia crítica con el aparato estatal."

Según Berensztein, profesor de la Universidad Torcuato Di Tella, "hay un poco de inflación simbólica en este contexto del Bicentenario y del Mundial, en el que siempre se revalorizan las cuestiones simbólicas nacionales. Espero que no pase pronto si nos volvemos antes de Sudáfrica".

Un emblema, varios sentidos
"El significado original de la bandera es tener un símbolo de identidad. En el momento de su creación estábamos en la guerra de independencia y era un símbolo frente al ejército enemigo. Después se transforma en símbolo de la identidad argentina", recordó el historiador y director del Departamento de Historia de la Universidad Torcuato Di Tella, Fernando Rocchi.

"Las banderas son símbolos de las naciones y los símbolos no tienen un valor único ni necesariamente debe haber un acuerdo doctrinario para ser sostenidos. Se puede usar la bandera sin suscribir a determinados significados", explicó la antropóloga social e investigadora del Conicet-IDES, Rosana Guber. "Los símbolos tienen un poder advocativo de adscripción, es decir, la capacidad de decir a quién pertenezco", detalló la antropóloga social.

Rocchi cree que hay muchas Banderas por el Mundial y que perdura el ambiente del Bicentenario, que utilizó la Bandera como signo de identidad. "No creo que tenga un significado más importante por estos días, pero Manuel Belgrano es una personalidad muy recordada dentro de los héroes de Mayo", expresó.

En la escuela, sin duda, se da el primer aprendizaje sobre la Bandera. "El aparato escolar y la conscripción de los varones eran las vías de nacionalización y escolarización de los argentinos bajo la advocación de un símbolo no étnico ni religioso, sino laico, como es la Bandera", expresó Guber. "Sin embargo, aparte de los ritos escolares, la Bandera empezó a cobrar connotaciones distintas a partir de hechos del siglo XX", agregó la antropóloga, que investigó sobre la memoria de los argentinos acerca de la Guerra de Malvinas.

"Creo que la Argentina tiene una relación ambigua con el nacionalismo y en el momento de los mundiales, a través del fútbol, la gente expresa su nacionalismo", reconoció Wortman. Con los festejos del Bicentenario hubo una explosión de nacionalismo. "Pero no sé si atraviesa a toda la sociedad. Me parece que es un fenómeno más de las clases medias hacia abajo", puntualizó.

Wortman, estudiosa de los consumos culturales, señaló que "al lado de la brasileña, la sociedad argentina está desnacionalizada. La gente no termina de reconocer lo que el país le dio. Valoriza lo que está afuera hasta que se va afuera y extraña a la Argentina, donde, más allá del caos, hay espacios para la creatividad".

En su visión, se identifica ser patriota con la derecha. "No se ha logrado encontrar un discurso progresista y nacional que reúna a todos. Quizás en el Bicentenario hay un intento de estar bien y de que la Argentina pueda estar mejor. Creo que es una manera de apostar a que algo cambie", consideró Wortman.

Diario La Nacion. Domingo 20 de mayo 2010. Edicion online.

Nuestra Bandera Argentina.