domingo, 14 de noviembre de 2010

Batalla de Ayohuma. 1813.

Después de la derrota de Vilcapugio, Belgrano estableció sus jefaturas en Macha. Allí él reorganizó a su ejército, obteniendo ayuda de Francisco Ocampo (el presidente de entonces de Charcas), y de las provincias de Perú superior (Cochabamba, Papá Noel Cruz de las Sierras, y Chayanta).

 A finales del octubre de 1813, el ejército de Independentist incluido alrededor de 3.400 hombres, de quienes apenas 1.000 eran veteranos.
A pesar de su victoria reciente, Pezuela y sus tropas eran cortocircuito de caballos y fuentes necesarias.
Habían buscado el refugio en las alturas del Condo-Condo, en donde, siendo rodeado por las poblaciones hostiles, no podrían tomar fácilmente la ofensiva contra el ejército norteño. Sin embargo, encendido 29 de octubre, dejaron su campo en Condo-Condo para atacar el Independentists antes de que podrían obtener otros refuerzos. En 12 de noviembre, llegaron Toquirí, una colina que dominaba la pradera de Ayohuma.
Mientras tanto, apenas dos ligas lejos de Toquirí, encendido 8 de octubre, Belgrano había discutido sus planes con sus funcionarios. La mayoría de ellos deseó retirarse a Potosí, solamente el general convenció a sus oficiales que lucharan. Que la misma noche el ejército dejó Macha, alcanzando Ayohuma en la mañana del el día siguiente.


Los ejércitos que estaban a punto de hacerse frente exhibieron una desproporción significativa. Mientras que el Independentist caballería excedió en número el Royalists dos-a-uno, Pezuela tenía dos veces ḿas infantería y 18 pedazos de artillería, contra los 8 Belgrano las tropas tenían. En el amanecer de 14 de noviembre el Royalists comenzó su pendiente de su alta posición y por mid-morning, mientras que las tropas de Belgrano atendían a la masa, habían terminado su maniobra, desbordando el Independentists a la derecha. Entonces, la artillería de Pezuela abrió el fuego, arruinando los agujeros en el Independentist alinea. En un granizo del fuego enemigo, Belgrano pidió el avance de su infantería y caballería, pero no podrían resistir a los españoles. Hacer materias peores, los armas del alumbrador del Independentists no eran ningún fósforo para el Royalists. Belgrano fue forzado retirar. Por una llamada de la trompeta él manejó recolectar alrededor 500 hombres, yéndose alrededor 200 muertos, 200 dañada, 500 presos y casi toda su artillería en el campo de batalla. 500 sobrevivientes de Belgrano retirados a Potosí, solamente la ciudad tuvo que ser rápidamente evacuado debido al Royalists que se acercaba. Belgrano se movió de nuevo a Tucumán, donde encendido 30 de enero, 1814, él dimitió el comando del ejército norteño a San general Martin. Él escribiría más adelante sobre la superioridad táctica de los españoles con respecto a su conocimiento limitado de la guerra.

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