domingo, 18 de julio de 2010

LA FUGA.

En la madrugada del 18 de marzo de 1957, seis de los maximos referentes del peronismo emprendieron un camino hacia la libertad. Jorge Antonio, Cooke, Kelly, Jose Espejo y Pedro Gomiz, detenidos en el penal de Rio Gallegos, se fugaron hacia Chile en lo que se denomino "una operacion espectacular".

Cuando el reloj marco las 2, acomodaron las almohadas en cada una de sus cuchetas para despistar. Cuando Campolito, guardia de la carcel encargado del turno noche, estiro su brazo por entre los barrotes, Antonito saco la pistola y lo amenazo de muerte si no los liberaba. Todos estaban vestidos con delantales blancos y gorros para simular ser matarifes ya que enfrente de la Unidad 15 de Rio Gallegos funcionaba un frigorifico y a las 2.25 era el cambio de turno.

Cruzaron la calle y se ocultaron detras de los arboles torcidos por el viento. Esperaron y esperaron, pero el auto, que debia estar ahi, no aparecia.

La idea de la fuga habia comenzado en 1956, cuando estaban presos en la carcel de Ushuiaia por "colaborar con el regimen depuesto", bajo la dictadura de Pedro Eugenio Aramburu.
Ramona Estevez de la Vega, mas conocida como Perla, vivia en Rio Gallegos desde 1955. Era obstetra y trabajaba en el hospital de la ciudad. "Rabiosamente peronista", fue la que sin saberlo, ayudo a que se escaparan los seis politicos peronistas.
Dias antes de la fuga, Perla habia adquirido un Ford 56 blanco con tapizados rojos. "Yo no sabia que se iban a fugar, pero so lo hubiese sabido tambien se lo habria prestado", asegura Perla, con el orgullo de ser el testimonio vivo de la "operacion fuga", aunque le haya costado un año de prision. Estuvo ocho dias incomunicada en una comisaria de Rio Gallegos y despues en la carcel de mujeres de Humberto I por ser la dueña del auto.

Llegaron a Punta Arenas y pidieron el asilo politico formalmente. Fue la noticia internacional del dia: "Los detenidos, de notoria vinculacion con el regimen depuesto en la Argentina, llegaron hoy a la mañana a esta ciudad austral y solicitaron asilo politico que fue concedido por el subsecretario de Interior, en Santiago de Chile". La operacion fuga habia sido un exito que todos destacaron.

Sin embargo, la forma en que lo lograron se mantuvo durante años en el misterio: "Los refugiados se negaron a formular declaraciones y a revelar como fue su fuga a la que calificaron de espectacular".

La sombra terrible sigue evocada

El Facundo sigue dando de que hablar.
Publicado como folletín durante tres meses a partir del 1 de mayo de 1845 en el diario El Progreso y luego como libro, Civilizacion y Barbarie. Vida de Facundo Quiroga y aspecto físico, costumbres y hábitos de la República Argentina fue escrito en el exilio chileno de Sarmiento. Se trata de una mas de las invectivas que el sanjuanino dirigió a Juan Manuel de Rosas.

Mas allá de la buena cuota de virulencia con la que Sarmiento encaro cada uno de los párrafos, el Facundo es un compendio de polémicas: fueron múltiples los aspectos que abordo en la obra, así como también las diferentes lecturas que fue acumulando a lo largo de la historia.

El Facundo es un libro que no puede pasar inadvertido en un recorrido por la historia de las ideas y de la producción literaria argentina. Al evocar la figura de Facundo, lo hace como pretexto para hablar de la Argentina de Rosas, "En Facundo Quiroga no veo un caudillo simplemente, sino una manifestación de la vida argentina, tal como la han hecho la colonizacion y las peculiaridades del terreno, a lo cual creo necesario consagrar una seria atención, porque sin esto, los hechos y la vida de Facundo Quiroga son vulgaridades que no merecerían entrar, sino episodicamente, en el dominio de la historia".

Sarmiento postula la que seria una de las tesis centrales de su libro y de su pensamiento: que la extensión, el desierto, es la principal traba para el desenvolvimiento del progreso. Esa geografía ilimitada e inhabilitada daba forma a un comportamiento social marcadamente favorable a la violencia, a la ociosidad, en definitiva, a la barbarie, lo que no ocurría en las ciudades, mas europeas, industriosas y, por lo tanto, civilizadas.

Sarmiento describe los prototipos sociales del campo: el rastreador, el baqueano, el gaucho malo en tanto componentes de una galería de personajes sociales que se postulan como la expresión de un modo de vida que atenta contra las posibilidades del progreso.

Finalmente, el resto del libro se adentra en un relato de la vida de Facundo y de la guerra social entre caudillos desatada con posterioridad a 1810, para concluir con una pormenorizada denuncia del gobierno de Rosas.

Lo que resulta impactante del Facundo es la capacidad de Sarmiento para instalar, de manera contundente y sin concesión alguna, los ejes de discusión para pensar y polemizar en torno a un modelo de país. Aun cuando la opción "civilizacion" o "barbarie" con la que ha quedado asociada para siempre esta obra puede ser vista hoy por sus críticos mas duros como expresión de un extremismo ideológico o por los mas analíticos como una estrategia discursiva.

En definitiva, ¿para que sirven los clásicos si no es para que, con sus infinitas interpretaciones y reinterpretaciones, un texto fundacional del pasado permita clarificar aspectos de la vida publica que algunos presentes parecen obstinados en oscurecer?.
FUENTE. CARAS Y CARETAS. SEPTIEMBRE 2008.

sábado, 17 de julio de 2010

Pasado pero no pisado

En Dogma socialista, Esteban Echeverria despliega ideas que vale la pena repasar: unidad, tolerancia, equidad social, progreso y democracia.

El Dogma Socialista a la juventud argentina es el nombre que recibió en 1846 en una suerte de relanzamiento del texto escrito por Echeverria en 1837 para la inauguración de La Joven Generación Argentina, una sociedad secreta presidida por el mismo a la que se habían sumado integrantes del Salón Literario como José María Gutierrez, Juan B. Alberdi y Marcos Avellaneda.
Este grupo quedo identificado con la Generación del 37, cuyos aportes fueron decisivos para dar forma la Argentina posterior a Rosas.

Este escrito político revela a un Echeverria que si bien anticipa al furibundo antirrosista posterior, presenta algunos matices que han sido injustamente olvidados o incluso silenciados por la fuerte ideologizacion de que estuvieron teñidos buena parte de los debates sobre las ideas políticas argentinas.

El Dogma socialista da cuenta de una marcada preocupación por proponer una serie de principios que debían regir el futuro de la Argentina, y su conducción debía recaer en sus contemporáneos.

A su vez y a lo largo de todo el escrito, el autor busca superar y tomar distancia de los enfrentamientos en los que todavía se encontraba sumida la Argentina, sin escatimar criticas, incluso, hacia el propio partido unitario, al que hace responsable de graves errores y, en buena medida, de dar pie al establecimiento de Rosas.

"Pediremos luces a la inteligencia europea, pero con ciertas condiciones. El mundo de nuestra vida intelectual sera a la vez nacional y humanitario: tendremos siempre un ojo clavado en el progreso de las naciones; y el otro en las entrañas de nuestra sociedad".

Para Echeverria el dogma de la religión del Estado "jamas podrá conciliarse con el principio de la libertad de conciencia".
Echeverria esta convencido de que la única posibilidad de alcanzar la asociación, la institución del gobierno y, en definitiva, el progreso tan anhelado por su generación, se halla garantizando el adecuado equilibrio entre "los elementos sociales y los individuales, entre la patria y el ciudadano", en definitiva, entre la libertad y la igualdad.
"Para salir de este caos, necesitamos una luz que nos guié, una creencia que nos anime, una religión que nos consuele, una base moral, un criterio común de certidumbre que sirva de fundamento a la labor de todas las inteligencias y a la reorganizacion de la patria y de la sociedad. Esa piedra fundamental, ese punto de arranque y reunión, son los principios".

Echeverria formulo sus principios cuando depuntaba la primera centuria de vida independiente. Cuando nos aprestamos a iniciar el transito hacia la tercera, tal vez sea una buena oportunidad para subrayar su vigencia. Y, fundamentalmente, para que una nueva y joven generación de argentinos pueda hacerlos realidad.

viernes, 16 de julio de 2010

LA HISTORIA DE LOS POPULISMOS.

El populismo clásico de los años 40 y 50 tienen como ejemplo a Juan Domingo Perón en la Argentina, Getulio Vargas en Brasil, Lázaro Cárdenas en México, Víctor Haya de la Torre en Perú, "sus contenidos son de corte nacional popular, con tendencia a la transformación y el cambio. Y en cuanto a sus formas, no se ve ninguna contradicción con la democracia pero el populismo clásico tuvo cierto desapego en relación con las practicas liberales republicanas".

El dato mas importante es sin duda la inclusión masiva de vastos sectores populares hasta ese momento marginados del juego político.

Así lo explica Mario Petrone, profesor de la U.B.A.: "Populismo significo participación de los sectores subalternos excluidos. Y además, ningún gobierno populista accedió al poder a través de golpes de Estado sino por elecciones libres. Todo esto los incluye dentro de la democracia. Claro que, en algunos casos, pueden ser discutibles las formas: el fraude, el clientelismo, la demagogia, pero hay un eje indiscutible que corta todo eso: hasta la aparición del populismo, había un sector de la población que estaba siendo dejado de lado y a partir de allí, fue reconsiderado".

"Es un termino que despierta miedo", admite Carlos de la Torre, coordinador de estudios políticos de Flacso en Ecuador. "Populismo ha sido sinónimo de masas irracionales, peligrosas, de actos de violencia colectiva, de políticas económicas irresponsables. Lo que ha sido obviamente aprovechado por Washington. Como el termino tiene un efecto negativo en la opinión publica, acusan de populistas a quienes siguen políticas económicas diferentes".

Los populismos nacen en épocas de crisis. Puede ser una crisis de hegemonía en la que no hay ninguna clase social que pueda imponerse al conjunto de la sociedad. En América Latina, los populismos nacieron en la década del 30 como respuesta al vacío que había dejado la caída del liberalismo.

"El populismo clásico no siempre estuvo ligado a políticas neokeynesianas: por ejemplo, en el segundo gobierno de Perón se aplicaron algunas medidas de ajuste estructural".

El populismo probablemente ha quedado congelado en su tiempo histórico. Lo que ocurre es que, como dicen Petone, desde un punto de vista intelectual es atractivo porque fue una respuesta en un momento de crisis de paradigma. Pero debe agregarse algo mas: el termino "populista" se ha demostrado como una fenomenal herramienta en la boca del Imperio. Quizá sean ellos los que buscan revivir una y otra vez el vocablo para poder utilizarlo como un fantasma amenazador, en cuanto la coyuntura lo requiera.

miércoles, 14 de julio de 2010

EL POLVO DE LA DERROTA.

Desde 1778, gracias a las reformas de los Borbones, Buenos Aires se había convertido en la capital del Virreinato del Río de la Plata, y su puerto fue adquiriendo una creciente importancia.

La vida de la aldea se vio súbitamente trastornada por el desembarco de tropas inglesas al mando de William Beresford en Quilmes y durante cuarenta y seis días flameo sobre la ciudad la bandera de Su Majestad Británica. La ambición inglesa se acentuaba sobre las posesiones del decadente imperio español y apostaba a ofrecer a las colonias ventajas comerciales que, suponía, redituarian en apoyo. Por esos tiempos en Europa se sucedían las coaliciones contra Napoleón e Inglaterra era el principal enemigo de Francia.

Fue un francés residente en Buenos Aires, Santiago de Liniers, el que organizo la defensa efectiva. La victoria de los criollos llevó a la rendición de Beresford, pero quizá el hecho mas significativo fue que el Cabildo de Buenos Aires pidiera la renuncia del anterior virrey y la designación de Liniers.

Los ingleses ocupan Montevideo y Buenos Aires combate una segunda vez al mando de Liniers. Pese a los cálculos de los ingleses, la oposición fue mas fuerte y debieron abandonar el intento de ocupación efectiva para priorizar el predominio comercial.

Inglaterra y España estaban en lucha contra Napoleón, surgen los cambios sustanciales producidos por la revolución industrial y el ascenso de la burguesía al poder, novedad en la que las colonias jugaron un papel no poco importante en la disputa por las materias primas y los mercados, según se practicaba en el siglo XIX.

martes, 13 de julio de 2010

POSTALES DE LA ARGENTINA INJUSTA DEL CENTENARIO.

Tras derrotar a Rosas en Caseros, Justo José de Urquiza convoco a un Congreso constituyente en Santa Fe que en mayo de 1853 sanciono la Constitución nacional. Pero aunque ya no estaba Rosas, los intereses de la clase alta porteña seguían siendo los mismos y Bartolome Mitre y Adolfo Alsina dieron un golpe de Estado, conocido como la Revolución del 11 de septiembre de 1852. A partir de entonces, el país quedo por casi diez años divididos en dos: el Estado de Buenos Aires y la Confederacion (el resto de las provincias con capital en Parana). La separación duro casi diez años, hasta que en septiembre de 1861, el líder porteño Bartolome Mitre derroto a Urquiza en Pavón y unifico al país bajo la tutela porteña. El conflicto latente se prolongo hasta 1880 y tuvo como eje el modelo económico que manejaba en beneficio propio el poder del puerto de Buenos Aires y los recursos teóricamente nacionales de la aduana. Esta aduana también le permitía a la elite porteña decidir su podían ingresar desde maquinarias agrícolas o industriales o materiales didácticos para tal o cual región.
A partir de Pavón s sucedieron los gobiernos de Mitre (1862-1868), Sarmiento (1868-1874) y Avellaneda (1874-1880), quienes concretaron la derrota de las oposiciones del interior y la ocupación de todo el territorio nacional, desplazando de sus tierras a los habitantes originarios. Miles fueron asesinados y a los sobrevivientes se les arrebataron millones de hectáreas que constituían su hábitat y su fuente de subsistencia, condenándolos a la miseria. Se concreto la organizacion institucional del país fomentando la educación, la agricultura, las comunicaciones, los transportes, la inmigración y la incorporación de la Argentina al mercado mundial como proveedora de materias primas.
Cada uno de estos episodios dejo su huella, como también lo hicieron procesos muchos mas positivos: el mestizaje, la cultura "criolla", las generaciones literarias y filosóficas del ´37 y el ´80 y la gigantesca oleada inmigratoria. Al cabo, somos producto de todo estos procesos complejos.
En 1880 llego al poder el general Julio Argentino Roca, quien consolido el modelo económico agroexportador y el sistema político conservador basado en el fraude electoral y la exclusión de la mayoría de la población de la vida política. Se incrementaron notablemente las inversiones inglesas en bancos, ferrocarriles y frigoríficos y creció nuestra deuda externa. A partir de la crisis de 1890 sugieron las oposiciones al régimen. Por el lado político, la Unión Cívica Radical luchaba por la limpieza electoral y contra la corrupción, mientras que, por el lado social, el movimiento obrero peleaba por la dignidad de los trabajadores desde los gremios socialista y anarquista. La lucha radical, expresada en las revoluciones de 1893 y 1905, y el creciente descontento social, expresado por innumerables huelgas, llevaran a un sector de la elite a impulsar una reforma electoral que calme los ánimos.
Llegamos al primer centenario, a 1910, cuando nos llamaban "el granero del mundo". Algunos conservadores nostálgicos plantean que lo mejor que nos podría pasar seria volver a aquella Argentina, "quinta o sexta potencia mundial". Pero claro, lo que no nos dicen es que era un país para pocos. Tenia un enorme PBI y una población escasa, el problema -aquella causa estructural que impidió, entre otras cosas, que la Argentina fuera lo que son hoy Canadá o Australia-, fue la impresionante desigualdad en la distribución de la riqueza, y ausencia notable de una conciencia nacional en nuestras clases dirigentes en aquel momento de despegue. Porque aunque para la estadística del PBI per capita un Martinez de Hoz y un obrero zafrero ganaran lo mismo por mes, la realidad denunciaba la convivencia de opulencia y miseria.
La primera conscripción, que establecía el servicio militar obligatorio para los varones mayores de 20 años, determino que el 46,5% de los jóvenes convocados en la Pampa húmeda debieran ser rechazados por problemas de desnutrición. En el NOA y el NEA, la cifra llegaba al 62%. Eran los pobres, los marginados de la Argentina del Centenario. El informe de Bialet Masse, mandado a levantar por el gobierno de Roca, decía: "De un lado se han encendido los fuegos del lujo, del oropel y de la codicia desmedidos, y por el otro las miserias del pobre reciben, como esperanzas, como promesas, sin ver si se acomodan a su ser y a su medio, doctrinas utópicas o explotaciones hipócritas". En esos días, si un hombre se perdía se reponía con otro, no costaban dinero.
En aquel granero, el pueblo no votaba libremente, reinaba un escandaloso fraude electoral y no existían los derechos laborales y sociales, las mujeres estaban a 37 años de poder votar. Fue esta sociedad, la nuestra -la que a fuerza de lucha logro el ejercicio pleno de los derechos cívicos electorales durante el primer radicalismo durante el primer peronismo-, la que sufrió en carne propia siete golpes de Estado, convalidando no pocos de ellos y volviendo fatalmente sobre sus pasos hasta entender que no hay solución mesiánica a nuestros problemas. Y que prohibir,, marginar, hombrear, proscribir o censurar son palabras que ya no deberían formar parte de nuestro lenguaje político. Solo así seremos dignos de quienes nos pensaron hace doscientos años, cuando Mariano Moreno escribió: "Si los pueblos no se ilustran, si no se vulgarizan sus derechos, si cada hombre no conoce lo que vale, lo que puede y lo que sabe, nuevas ilusiones sucederán a las antiguas y después de vacilar algún tiempo entre mil incertidumbres, sera tal vez nuestra suerte, mudar de tiranos, sin destruir la tiranía".
FUENTE: REVISTA VIVA. CLARIN.

La esencia provisoria de la Republica.

La dirigencia política reclama mas institucionalidad y una restauración republicana. En ese tren, Alberdi es el mas citado.
El reclamo por una mayor institucionalidad y el respeto por la Constitucion recrudeció en los últimos años ante lo que se presenta como una desmedida injerencia del Poder Ejecutivo en el resto de los poderes.
La constitución que es referencia obligada en nuestra historia es la formulada en 1853, cuyos principales lineamientos se encuentran en Las Bases de Alberdi.
Alberdi piensa una constitución provisoria. Efectivamente, aun cuando intuitivamente pensemos que las constituciones son un elemento fundante, permanente e identificatorio, Alberdi considera que su propuesta es solo valida para los tiempos excepcionales que le tocaba vivir a nuestro territorio.

Alberdi habla de "grados" de República, invalidando la idea maniquea de "República total o autoritarismo".
Los nuevos Estados de la América antes española necesitan reyes con el nombre de presidentes. Alberdi propone así una constitución monárquica en el fondo y republicana en la forma. De esta manera, el equilibrio de poderes es pura cosmética y el poder total es depositado en el Poder Ejecutivo. En otras palabras, se trata de instituir un gobierno fuerte y una población ocupada en desarrollar su afán de progreso a través del trabajo.

Alberdi llega a preguntarse de que ha servido la instrucción primaria y aboga por una rousseauniana "educacion por las cosas" que podría reasumirse en el apotegma que, parafraseando un titulo de auto ayuda, rezaría "mas martillo y menos Platón".
Hay un Alberdi menos lineal, mas polémica y mas interesante que el que generalmente se reconoce cuando se lo ubica sin matices dentro del pensamiento liberal ortodoxo. En segundo lugar, parece necesario interrogar a la clase política y a los comunicadores de la actualidad acerca de a que restauración republicana refieren, puesto que probablemente no adhieran a varios de los lineamientos alberdianos.
Habría que rastrear cuantos países en el mundo aceptan una piedra fundamental solo valida para un aquí y un ahora y en todo caso interrogarnos hasta que punto este particular origen no resulta uno de los rasgos distintivos de la idiosincrasia argentina, aun en el año de su Bicentenario.

FUENTE. CARAS Y CARETAS. FEBRERO DE 2010.