domingo, 18 de julio de 2010

La sombra terrible sigue evocada

El Facundo sigue dando de que hablar.
Publicado como folletín durante tres meses a partir del 1 de mayo de 1845 en el diario El Progreso y luego como libro, Civilizacion y Barbarie. Vida de Facundo Quiroga y aspecto físico, costumbres y hábitos de la República Argentina fue escrito en el exilio chileno de Sarmiento. Se trata de una mas de las invectivas que el sanjuanino dirigió a Juan Manuel de Rosas.

Mas allá de la buena cuota de virulencia con la que Sarmiento encaro cada uno de los párrafos, el Facundo es un compendio de polémicas: fueron múltiples los aspectos que abordo en la obra, así como también las diferentes lecturas que fue acumulando a lo largo de la historia.

El Facundo es un libro que no puede pasar inadvertido en un recorrido por la historia de las ideas y de la producción literaria argentina. Al evocar la figura de Facundo, lo hace como pretexto para hablar de la Argentina de Rosas, "En Facundo Quiroga no veo un caudillo simplemente, sino una manifestación de la vida argentina, tal como la han hecho la colonizacion y las peculiaridades del terreno, a lo cual creo necesario consagrar una seria atención, porque sin esto, los hechos y la vida de Facundo Quiroga son vulgaridades que no merecerían entrar, sino episodicamente, en el dominio de la historia".

Sarmiento postula la que seria una de las tesis centrales de su libro y de su pensamiento: que la extensión, el desierto, es la principal traba para el desenvolvimiento del progreso. Esa geografía ilimitada e inhabilitada daba forma a un comportamiento social marcadamente favorable a la violencia, a la ociosidad, en definitiva, a la barbarie, lo que no ocurría en las ciudades, mas europeas, industriosas y, por lo tanto, civilizadas.

Sarmiento describe los prototipos sociales del campo: el rastreador, el baqueano, el gaucho malo en tanto componentes de una galería de personajes sociales que se postulan como la expresión de un modo de vida que atenta contra las posibilidades del progreso.

Finalmente, el resto del libro se adentra en un relato de la vida de Facundo y de la guerra social entre caudillos desatada con posterioridad a 1810, para concluir con una pormenorizada denuncia del gobierno de Rosas.

Lo que resulta impactante del Facundo es la capacidad de Sarmiento para instalar, de manera contundente y sin concesión alguna, los ejes de discusión para pensar y polemizar en torno a un modelo de país. Aun cuando la opción "civilizacion" o "barbarie" con la que ha quedado asociada para siempre esta obra puede ser vista hoy por sus críticos mas duros como expresión de un extremismo ideológico o por los mas analíticos como una estrategia discursiva.

En definitiva, ¿para que sirven los clásicos si no es para que, con sus infinitas interpretaciones y reinterpretaciones, un texto fundacional del pasado permita clarificar aspectos de la vida publica que algunos presentes parecen obstinados en oscurecer?.
FUENTE. CARAS Y CARETAS. SEPTIEMBRE 2008.

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