En medio de un bloqueo agotador, el 20 de noviembre de 1845, las tropas de Francia y Gran Bretaña invadieron el río Parana con la intención de apoderarse de nuestro comercio.
Mitad del siglo XIX. Plena expansión comercial. Países ricos, países pobres. Los Estados Unidos, Francia e Inglaterra quieren ser mas grandes y mas poderosos. Deciden que la Confederacion Argentina les viene como anillo al dedo para saciar sus intereses comerciales.
Lejos, Juan Manuel de Rosas gobierna la provincia de Buenos Aires y representa las relaciones exteriores de la Confederacion. Rosas, que desea la independencia comercial de su región, se convierte en autor de la promulgacion de la Ley de Aduanas, en expropiador del Banco Nacional y responsable de los aranceles a la navegacion de buques extranjeros en los ríos del país con el objeto de proteger las industrias locales.
En 1840 Rosas y la Confederacion sufrieron y vencieron el primer bloqueo francés y expulsaron a los aliados internos. Cinco años mas tarde, exactamente el 20 de noviembre, la demostración de fuerzas por parte de los europeos llego a su extremo: noventa navíos mercantes apoyados por once buques de guerra franceses e ingleses tuvieron la intención de entrar al río Parana. La orden que el convoy debía cumplir era la ocupación de los ríos interiores y la libre navegacion.
Rosas no se achico. Ordeno cerrar el río Parana y disponer en las costas series de baterías escalonadas. Al norte de la ciudad de San Pedro hizo colocar la principal defensa.
Hubo 250 bajas argentinas. y 400 heridos. Sin embargo, los navíos anglo-franceses, aunque estaban bien equipados, sufrieron una derrota rotunda. La noticia llego a Europa y los tenedores de bonos de la deuda argentina comenzaron a reclamar. Los gobiernos pidieron el retiro de sus escuadras que tuvieron que desagraviar a la bandera argentina con 21 cañonazos. Rosas se convirtió en el representante de la independencia americana y hasta el libertador don José de San Martín le ofreció sus servicios en defensa de la patria.
Vicente Lopez, inspirado, escribió su lira: "Se interpone ambicioso el extranjero, su ley pretende al argentino dar, y abusa de sus navez superiores para hollar nuestra patria y su bandera, y fuerzas sobre fuerzas aglomera que avisan la intención de conquistar. Morir antes, heroicos argentinos, que de la libertad caiga este templo: ¡daremos a la América alto ejemplo que enseñe a defender la libertad!.
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