jueves, 29 de julio de 2010

La noche que abollo a la ciencia.

El 29 de julio de 1966, un mes después del derrocamiento del presidente Arturo Illia, la noche oscurantista cayó sobre la universidad: el gobierno de Juan Carlos Ongania suprimió la autonomía universitaria mediante el decreto ley 16.912, y esa misma noche la policía entro a palazos a desalojar las facultades ocupadas por los estudiantes, con una brutalidad que quedo grabada en la historia de la ciencia argentina como "la Noche de los Bastones Largos", estudiantes y docentes de Ciencias Exactas, incluido el decano, fueron obligados a pasar con los brazos en alto entre una doble fila de policías, que los golpearon brutalmente con sus bastones y luego los llevaron detenidos........

Quedaba atrás la "década de oro", tal vez la mejor etapa de la universidad, cuando mas se desarrollo la investigación, se hicieron concursos docentes, se elevo el nivel científico, y la vida académica bullía tanto como la vida política universitaria.
En los días posteriores a "la noche" una gran cantidad de profesores renuncio a sus cargos, termino con mas de medio siglo de autonomía universitaria, quedo desarticulado el grupo homogeneo mas solido y numeroso que tuvo después de la generación del 80, bajo el nivel de enseñanza, e impulso la primera ola de la fuga de cerebros. Según un estudio, en 1966 renunciaron 1378 profesores, emigraron 301 docentes (215 científicos y 86 investigaban en distintas áreas), 166 se insertaron en universidades latinoamericanas, 94 emigraron a los Estados Unidos, Canadá y Puerto Rico y los 41 restantes desembarcaron en Europa.
El Conicet, al igual que la universidad, ha sufrido un debilitamiento importante durante las dos ultimas dictaduras y a lo largo de la década de los 90.

Lo cierto es que la Noche de los Bastones Largos, mas allá de su resignificacion real, de los golpes reales, ha permanecido como una leyenda, una de esas leyendas que explican lo que, en lo profundo, piensan los pueblos de sus avatares y su historia.

Y es que, fue el comienzo de una larga decadencia.
FUENTE: CARAS Y CARETAS. JUNIO 2006.

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