domingo, 11 de julio de 2010

Un amor que el poder asesino.

Camila O´Gorman había nacido en Buenos Aires en el invierno de 1828. Los O´Gorman, como todas las familias prominentes, tenían una nutrida servidumbre que incluía a Blanquita, la fiel criada negra encargada de prepararle el te de yuyos a Doña Joaquina cuando estaba nerviosa y de cuidar a su hijita, por quien sentía debilidad.

Con el paso de los años Camila fue desarrollando una fuerte personalidad.

Paralelamente, Ladislao Gutierrez, había nacido en 1824, en Tucuman, y había elegido la vida sacerdotal. Ya ordenado, fue trasladado a Buenos Aires, donde comenzo a frecuentar a un ex compañero del seminario, Eduardo, el menor de los hermanos O´Gorman. Un día, visitando a Eduardo, se produjo el primer e intenso encuentro entre Ladislao y Camila. Dicen que fue una mirada penetrante, una mirada que no dejaba duda de que se había encendido una chispa.

Desde aquel gran día, tanto Ladislao como Camila no dejaron de pensarse.

Camila le propuso escapar y Ladislao acepto con miedo, pero feliz. Inmediata mente emprendieron viaje, sin destino fijo, quizá si. La fuga de los amantes encendióla ira de Rosas.

Después de deambular por varias provincias, esquivando a las autoridades, Ladislao y Camila se asentaron en Goya, Corrientes, donde finalmente los encontraron. La orden fue llevarlos de inmediato e Buenos Aires. Durante el viaje, que se hizo en barco, Camila padeció mareos y nauseas: el capitán, tras verla y revisarla, confirmo que estaba embarazada. Esto no fue impedimento para que se cumpliera la condena;: a las nueve y media del 18 de agosto de 1848, Ladislao y Camila serian fusilados en el Campamento de Santos Lugares.

Los tambores anticipaban el final. Un sargento grito: "Apunten, fuego". Primero le dispararon a Ladislao. Camila fue la ultima en morir. Horas después, ambos eran leyenda.

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